1- Mayor enraizamiento por incremento de la capilaridad del suelo.
Se produce una mayor acumulación de agua en el suelo dada por la permeabilidad generada en la ruptura vertical de su estructura. El agua filtra y se evita que corra sobre la superficie o las capas compactadas dando mayor resistencia al cultivo ante sequías.
2- Mantiene la cobertura generada por el rastrojo de la cosecha anterior, descompacta a profundidad sin alterar las capas horizontales del suelo, manteniendo sobre la cobertura superficial que otorga como beneficio la cultura de la siembra directa.
3- Rompe el pie de siembra:
Históricamente hablábamos del pie de arado, hoy ese concepto se re-convirtió al pie de siembra, que se encuentra entre los 10 y 20 cm de profundidad y se produce por el uso de la siembra directa. Con la descompactación logramos romper capas duras a profundidad, trabajando entre los 25 y 45 cm.

Timones rectos: Permiten una ruptura subsuperficial en un lugar diferente al de la penetración del timón, evitando así dar vuelta el suelo.
Sistema de zafe a fusible: Ante obstáculos durante el trabajo el equipo rompe un tornillo evitando daños en la estructura central y el timón subsolador.
Chasis tubular: Construido con tubos estructurales sin costura de 100x100x7,9 mm, se le otorga fiabilidad y durabilidad al equipo, con alto valor de reventa y con posibilidad de cambiar los timones subsoladores para colocarle timones desmalezadores.
Rolos: Sellan los surcos generados por los timones, desterronan y dan buena terminación al trabajo, de 400 mm de diámetro, construidos en perfil ángulo de 1.¼” por 3/16” montados sobre rodamientos laterales.
Cuentan con diferentes puntos de regulación para limitar la altura y a su vez generan presión, dando mejor terminación de la superficie.
Paratill TT timones curvos